29/9/08

Impresión del nuevo curso

Solo llevamos tres días de curso, pero ya he tenido al menos una clase de cada asignatura.
Este año (2.º) tengo Lingüística, Lexicología, Español actual, Teoría de la Literatura, Literatura española II, Literatura Hispanoamericana, Lenguajes especializados y Federico García Lorca.

Por lo general me están gustando, pero hay una de ellas que me resulta especialmente aburrida (más por quien la imparte que por la materia), además tiene la gracia de caer en esas horas a las que ya empiezan a rugir las tripas del hambre.
Mi horario es un poco caótico, tengo demasiadas asignaturas en el primer cuatrimestre, entro todos los días a las 8.30, y también tengo clases por las tardes, algunos días salgo a las 20.00.

Por otra parte, he cambiado de coche: vendí mi Citroën y me han comprado un Mini Cooper D. Javi me ha regalado unas pegatinas que ya se las he pegado ("qwerty" y "asdf"), y hay otra en proyecto (un póquer de ases).

Hablando del verano, empezó siendo como otro cualquiera, pero el 20 de julio dio un buen cambio (para bien, claro). Me alegro de haber ido ese día al mirador, y de habernos quedado un ratito más en el coche.
Ayer reflexionó mi profesor de Literatura española II sobre cómo una persona puede conocer a una chica en un examen de conducir, cómo coincide con ella unos días después, se van a tomar un café, otro día a una discoteca, y al final acaba siendo la mujer de su vida (supongo que hablaba de él mismo).
Entonces me acordé de lo que hemos hablado a veces: cómo te conocí hace casi 4 años por culpa de haber perdido un bus y esperarte en casa de un amigo, que te presentó a una amiga que estaba también allí en su casa, y a su vez ella nos presentó a nosotros unos meses más tarde. De hecho nos presentaron dos veces, parece que como la primera vez no funcionó, el destino volvió a hacernos coincidir.
Y de nuevo nos da otra oportunidad :)