8/6/08

Mis placeres prohibidos

Si bien en la entrada anterior dije que Juanra no me gustaba, Luis Cernuda tampoco me era de especial agrado por idéntico motivo. Hasta ahora.
Lo único que había escuchado acerca de él (en el terreno personal, claro) es que era lo que vulgarmente llamamos en Granada un malafollá.
Pero esta tarde he visto "El público lee" (programa que os recomiendo): es ahora cuando entiendo el porqué de su hostilidad. Y también ahora es cuando me pregunto por qué me dejé llevar por ajenas opiniones, por qué no indagué sobre los autores a los que ella despreciaba. Por qué solo se conoce a los maestros... y sus gustos. (Con esta frase no pretendo insinuar que Salinas no lo merezca).
Mi verdadera conclusión: Cernuda no era un misántropo, solo tenía miedo.

-------------------------


Si el hombre pudiera decir lo que ama,
[...]
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
[...]
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

-----------------


El amor no tiene esta o aquella forma,
No puede detenerse en criatura alguna;
Todas son por igual viles y soñadoras.

No hay comentarios: